La hidratación es un aspecto fundamental para el cuidado de la piel, tanto del rostro como del cuerpo. Una piel hidratada es una piel sana, luminosa, elástica y resistente a las agresiones externas. Sin embargo, no todas las pieles tienen las mismas necesidades de hidratación, ni todos los productos hidratantes actúan de la misma manera.
¿Qué es la hidratación profunda?
La hidratación profunda es aquella que se dirige a las capas más internas de la piel, donde se encuentran las células vivas y los componentes estructurales como el colágeno y la elastina.
ayuda a mantener el equilibrio hídrico de la piel, aportando agua y sustancias que la retienen, como el ácido hialurónico, la glicerina o la urea. La hidratación profunda también estimula la renovación celular y la producción de colágeno y elastina, lo que mejora la firmeza, la elasticidad y la suavidad de la piel.
Los productos que ofrecen una hidratación profunda suelen tener una textura ligera, fluida o en sérum, que facilita su penetración en la piel. Además, suelen contener activos antioxidantes, como las vitaminas C y E, que protegen la piel del estrés oxidativo causado por los radicales libres.
¿Qué es la hidratación superficial?
La hidratación superficial es aquella que se enfoca en las capas más externas de la piel, donde se encuentra el estrato córneo, formado por células muertas y queratina. La hidratación superficial ayuda a reforzar la función barrera de la piel, evitando la pérdida excesiva de agua y protegiendo la piel de las agresiones externas, como el sol, el viento o la contaminación.
De igual manera suaviza y alisa la superficie de la piel, eliminando las células muertas y las impurezas. Los productos que proporcionan una hidratación superficial suelen tener una textura más densa, cremosa o en bálsamo, que forma una película sobre la piel. Además, suelen contener activos emolientes, como las mantecas vegetales, los aceites o las ceramidas, que nutren y reparan la piel.
¿Cómo combinar la hidratación profunda y la hidratación superficial?
Para lograr una hidratación óptima de la piel, lo ideal es combinar ambos tipos de hidratación, adaptándolos a las necesidades específicas de cada zona del rostro y del cuerpo. Por lo general, se recomienda aplicar primero el producto que ofrece una hidratación profunda, para que penetre mejor en la piel, y luego el producto que ofrece una hidratación superficial, para sellar la humedad y crear una capa protectora.

Rutina diaria de limpieza e hidratación facial
- Limpiar el rostro con un producto adecuado al tipo de piel (gel, leche o agua micelar), para eliminar el maquillaje y las impurezas.
- Tonificar el rostro con un producto que equilibre el pH de la piel (tónico o bruma), para prepararla para recibir los tratamientos posteriores.
- Aplicar un producto que ofrezca una hidratación profunda (sérum o ampolla), con movimientos ascendentes y desde el centro hacia los extremos del rostro.
- Aplicar un producto que ofrezca una hidratación superficial (crema o gel), con movimientos circulares y desde el centro hacia los extremos del rostro.
- Aplicar un producto específico para el contorno de ojos (crema o gel), con suaves toques con el dedo anular, desde el lagrimal hacia el exterior.
- Aplicar un producto con factor de protección solar (FPS) adecuado al tipo de piel y a la exposición solar, para prevenir el daño causado por los rayos UV.
En el cuerpo, se puede seguir una rutina semanal de exfoliación e hidratación
- Exfoliar el cuerpo con un producto que elimine las células muertas y las impurezas (exfoliante mecánico o químico), con movimientos circulares y ascendentes, insistiendo en las zonas más ásperas como los codos, las rodillas o los talones.
- Hidratar el cuerpo con un producto que ofrezca una hidratación profunda (leche o loción), con movimientos circulares y ascendentes, masajeando la piel hasta su total absorción.
- Hidratar el cuerpo con un producto que ofrezca una hidratación superficial (crema o bálsamo), con movimientos circulares y ascendentes, aplicando una capa más gruesa en las zonas más secas o irritadas.
¿Qué beneficios tiene la hidratación para la piel?
La hidratación es esencial para mantener la salud y la belleza de la piel, tanto del rostro como del cuerpo. Algunos de los beneficios que aporta la hidratación son los siguientes:
- Mejora la apariencia de la piel, dándole un aspecto más joven, luminoso y uniforme.
- Previene y reduce los signos de envejecimiento, como las arrugas, la flacidez o las manchas.
- Protege la piel de las agresiones externas, como el sol, el viento o la contaminación, que pueden causar sequedad, irritación o inflamación.
- Favorece la regeneración celular y la cicatrización de las heridas, evitando las infecciones y las marcas.
- Mejora la elasticidad y la flexibilidad de la piel, evitando las grietas y las estrías.
- Mejora la sensación de confort y bienestar de la piel, aliviando el picor, el escozor o la tirantez.
Conclusión
La hidratación es un aspecto fundamental para el cuidado de la piel, tanto del rostro como del cuerpo. Una piel hidratada es una piel sana, luminosa, elástica y resistente a las agresiones externas. Sin embargo, no todas las pieles tienen las mismas necesidades de hidratación, ni todos los productos hidratantes actúan de la misma manera.
La hidratación profunda se dirige a las capas más internas de la piel, donde se encuentran las células vivas y los componentes estructurales como el colágeno y la elastina. La hidratación profunda ayuda a mantener el equilibrio hídrico de la piel, aportando agua y sustancias que la retienen.